Dialogo (a trois)

Charla insustancial; que si esto, que si lo otro, que si bla, bla y bla. 

Tras tratar y maltratar los temas clásicos: fútbol, política, mujeres..., surge en la conversación, inevitable, el tema del dinero.
- ¿..sabes? La gente rica nunca usa dos veces los mismos calcetines. Todos los días estrenan un par. (1)
- No. La gente verdaderamente rica puede ir sin calcetines a donde quiera. Imagínate, una reunión de dirección, con todos los trajeados alrededor, todas esas corbatas y tú en cholas (2).  Vas a hablar con el director del banco, y tú en bermudas. Vas a un cocktail y tú con la camisa hawaiana.
- Hombre, si de verdad eres rico, rico, en realidad puedes obligar a los demás a ir como tú digas. Que si montas un comité de dirección, pues todos en sandalias y bermudas y si no, a la puta calle.
Pausa contemplativa. Sopla una leve brisa.
- Bueno, según lo que estás diciendo, creo que en realidad la gente rica de verdad no necesita ir a reuniones ni organizar comités. Ser rico significa ir a donde quieres cuando quieres, si quieres ir a trabajar, vas y si no, no pasa nada...
La brisa se desvanece.
-... y bien pensado, para eso tampoco hay que tener mucho dinero, ¿no?
Silencio embarazoso. Tan sólo se oye el frotar de las patitas de un imaginario pequeño saltamontes...
(1) Nota friqui. La idea no es realmente original, creo que eso lo decían en Superman III.(2) Sandalias, en «canario».
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Publicado originalmente en La Kabaña (ya extinta) , en octubre de 2009.